Monumento nacional

Piedra Retxiküra

Declarado Sitio Arqueológico por el Consejo de Monumentos Nacionales

"Retxicura no es solo una piedra; es un lugar sagrado donde se entrelazan nuestras historias y sueños."

La Piedra Retxikura, un Ngen considerado monumento arqueológico que se alza con majestuosidad en el paisaje de Villarrica, es mucho más que una simple formación geológica; es un símbolo profundo de nuestra conexión con la tierra y nuestras raíces ancestrales mapuche. Este  lugar, conocido como «Piedra de los Ancestros», ha sido un epicentro de espiritualidad y comunidad a lo largo de los siglos, resonando con las historias y tradiciones de quienes han habitado estas tierras.

Historia Villarricense

La Retxikura, también conocida como la "Piedra de la Pampa Iribarren", ha sido un eje central de prácticas y dinámicas humanas desde tiempos inmemoriales. Este sitio ha sido un punto simbólico de reunión y esparcimiento para los habitantes de Villarrica, representando un legado de sabiduría ancestral que se ha transmitido a través de la memoria oral local.

Historia Mapuche

La Retxikura es considerada un "Pillañ" o "Ngen", un espíritu tutelar que brinda sanación y protección a quienes habitan en el área del lago Mallowelafkén. Su nombre en Mapuzungun se traduce como "Piedra de los Ancestros" o "Piedra de la Antigua Gente Pura", reflejando su significado como un lugar sagrado y de reunión para Lof y comunidades indígenas. Este sitio ha sido un epicentro de prácticas culturales y ceremoniales, donde se han llevado a cabo rituales y celebraciones a lo largo de los siglos. Este territorio hasta aproximadamente los años 1900 era el Lof del Lonko Epulef.

Toponimia y Fonética Ancestral

El término "Retxikura" proviene del Mapuzungun, la lengua de los pueblos mapuches. Se compone de dos elementos: "Retxi" (o "Retri", "Rechi", "Reche"), que significa "Gente Pura", "Ancestros" o "Gente antigua", y "Kura" o "Cura", que se traduce como "Piedra". Así, "Retxikura" puede interpretarse como "Piedra de los Ancestros" o "Piedra de la Antigua Gente Pura". Además, en un contexto más coloquial, se asocia con "Piedras Santas" o "Piedras Sagradas", lo que subraya su importancia espiritual y cultural.

Proceso de Revalorización

Desde 2003, la Retxikura ha sido objeto de un proceso de revalorización que ha involucrado investigaciones etnográficas, históricas y arqueológicas. Este esfuerzo culminó en la declaración de la piedra como Monumento Nacional el 15 de febrero de 2021, gracias a la solicitud de la comunidad organizada, que incluyó agrupaciones culturales y ambientales. Esta declaración no solo protege el sitio, sino que también resalta su importancia cultural y su potencial educativo. Es importante recalcar que son declarados protegidos solo 100 metros a la redonda, La Piedra como Ngen resguarda un territorio mucho más amplio, incluyendo el estero Limawe, Menoko, Humedal y Bosque de Boldos entre otros, por lo cual no basta 100 metros para considerar bajo protección.

Importancia Arqueológica

La Retxikura ha sido identificada como un alero rocoso prehistórico, con ocupaciones que datan del Periodo Alfarero Tardío en la secuencia arqueológica del Centro-Sur de La Araucanía. Se han registrado evidencias de ocupación en un área circundante de al menos 70 metros, lo que indica su uso prolongado por diversas generaciones . Este contexto arqueológico proporciona una rica fuente de información sobre las prácticas y modos de vida de las comunidades que habitaron la región.

Leyendas y Tradiciones

La Piedra Retxikura está rodeada de leyendas que enriquecen su significado cultural. Según relatos orales, se dice que la piedra es un vestigio de una titánica batalla entre los volcanes Villarrica y Quetrupillán, donde se lanzaron rocas gigantescas. Esta narrativa no solo explica la existencia de la piedra, sino que también la asocia con el poder telúrico volcánico, lo que la convierte en un símbolo de la conexión entre la naturaleza y la cultura

Autoridades ancestrales mapuches junto a ciudadanía reunidas en la Piedra Retxikura, durante celebración del We Tripantu, en Junio del año 2022.

Leyendas y relatos populares en torno a la Retxikura

La piedra que lanzó el volcán

La tradición indígena y folklore chileno lacustre vinculan directamente a la Retxikura con el volcán Villarrica y a la fuerza telúrica volcánica de la geografía cordillerana local. Don René Muñoz Álvarez, antiguo vecino deVillarrica de calle Gral. Körner, quien rescató estas memorias orales amediados de siglo XX, mencionó al Grupo Histórico Arqueológico el año 2006 que esta creencia tendría dos vertientes: La primera señala que la Retxikura es una roca que arrojó el volcán Villarrica en una explosiva erupción acaecida en tiempos inmemoriales, quedando ésta en su lugar de la pampa Iribarren hasta hoy. La segunda relata que esta cayó en la pampa Iribarren a raíz de una titánica batalla en que midieron fuerzas el volcán Villarrica y el volcán Quetrupillán. En la magna batalla los volcanes se habrían lanzado rocas gigantescas, tras la cual venció el Villarrica al terminar descabezando al Quetrupillán, apagándolo para siempre; comenzando desde entonces a denominarse “Volcán Mocho”. Producto de esa vertiginosa voladera de piedras volcánicas, y de dicha arcaica batalla entre titanes nevados, habría quedado como testimonio la Piedra Retxikura; lo que explicaría el por qué algunas comunidades indígenas en su tradición ancestral la asocian a la vertiente del poder telúrico volcánico.

La piedra misteriosa

La consideración de carácter “especial”, atribuida por el folklore y la tradición oral popular a la “Piedra Iribarren”, generó y entretejió varias leyendas y relatos en torno a esta, los cuales fueron acuñándose y difundiendo con los años; como, por ejemplo, el registrado por la profesora Sra. Isnelda González Vallejos, docente del Colegio Alberto Hurtado durante el año 2006, quien en un trabajo de recopilación de leyendas de Villarrica constató que la familia de uno de sus alumnos narró que “…por las noches, especialmente durante la Noche de San Juan, tras dar doce vueltas alrededor de la Piedra en sentido de las manecillas del reloj sosteniendo una vela blanca encendida en la mano, se abría un portal o puerta…”; relato popular que se viene a sumar a otros tantos, del mismo tenor, otrora bien conocidos por la vecindad de la antigua Villarrica y en los cuales de común figuran duendes, luces tipo Anchimallén o “candelillas” que resguardan un tesoro o entierro; brujos transformados en “chonchones” o zorros que la frecuentan y custodian.

Piedra del tesoro

Ex camperos del Fundo Recreo de la familia Iribarren y antiguos vecinos mencionan, aún en la actualidad, la existencia de varios “entierros” o tesoros ocultos en el sector Pampa Iribarren y aún bajo la piedra misma. Así también, a mediados del siglo XIX, el aventurero alemán Pablo Treutler, en su libro “La Provincia de Valdivia y los Araucanos”, figura como promotor de estas antiguas leyendas en torno a tesoros y riquezas ocultas bajo una gran roca por los españoles coloniales de la Villarrica del siglo XVI; información que fue entregada al alemán por un cacique amigo de apellido Quitrulef del área del Mallowelafkén; antecedentes que, sin duda, fueron luego forjando y sumando más relatos y leyendas en torno a la Retxikura o gran mole pétrea del área lacustre villarricense: “La Villa Rica esconde grandes tesoros de los españoles, a pesar de haber sido varios de ellos descubiertos por los lugareños (…) siendo fama que bajo una gran roca con inscripciones yacería una buena parte de tales riquezas…” (Treutler, 1861).