Soñemos juntos el
Parque Retxiküra
Dimensiones
0.1
Geológico
La Pampa Iribarren es una ladera del Valle de origen glaciar que forma el Lago Villarrica, extendiéndose entre el camino Villarrica-Pucón y el camino de Segunda Faja, caracterizada por sus pronunciados lomajes. Un hito geológico destacado en esta área es la Piedra Retxikura, un bloque errático de aproximadamente 12,000 años de antigüedad, correspondiente al período Holoceno, que mide 7.5 metros de altura y 14.2 metros de base. Este bloque exhibe cicatrices y erosiones resultantes de su desplazamiento durante el derretimiento glaciar que originó la cuenca del Lago Mallolafkén, lo que proporciona una visión fascinante de los procesos geológicos que han dado forma al paisaje actual.
0.2
Arqueológico
El sector de la Piedra Retxikura es considerado un importante sitio arqueológico con más de mil años de ocupación, abarcando períodos premapuche, mapuche y colonial español. En este contexto, la cultura Pitrén destaca como un complejo cultural agroalfarero temprano que se desarrolló en Chile y Argentina, ubicado entre el río Bío-Bío y el Lago Llanquihue, extendiéndose hasta Neuquén al este. Esta cultura es reconocida como premapuche. El término “Reche-Kura” se traduce como “Piedra de los Retxe o Reche”, refiriéndose a la “Piedra de los Antepasados o Piedra de la Gente Pura”, lo que sugiere un uso sacro asociado a tiempos ancestrales premapuches, donde esta «gente pura» veneraba el lugar. En la zona se han encontrado diversos hallazgos arqueológicos, incluyendo restos cerámicos de la cultura Pitrén, así como cerámica y herramientas líticas mapuches, como puntas de flecha y morteros. También se han descubierto tejas y vajilla española del período colonial, relacionadas con la exploración de lavaderos de oro en la región. Estos hallazgos evidencian la rica historia cultural y los intercambios que han tenido lugar en este sitio a lo largo de los siglos.
0.3
Histórico Cultural
Las grandes piedras, como la Piedra Retxikura, poseen una profunda valoración cultural y ceremonial en diversas culturas antiguas, incluyendo la mapuche. En el territorio mapuche ancestral, se identifican múltiples piedras con significancia cultural, evidenciando un uso ceremonial que se remonta a tiempos ancestrales. Recientes registros indican que este sitio sigue siendo relevante a nivel comunal y regional, atrayendo a comunidades de otras localidades.Los ecosistemas que rodean la Retxikura están habitados por entidades espirituales conocidas como Ngen, que actúan como «dueños» o «protectores» de los ambientes circundantes, incluyendo el Ngen-Menoko (humedal), el Ngen-Wichill (estero) y los Ngen-Mamül (árboles). Estas piedras suelen estar asociadas a cursos de agua o menoko, creando espacios sagrados indisolubles. En febrero de 2021, el Consejo de Monumentos Arqueológicos (CMN) notificó a la municipalidad de Villarrica sobre la existencia del sitio arqueológico «Piedra Iribarren», clasificándolo como monumento nacional y subrayando la necesidad de su protección y valorización según el artículo N°21 de la ley 17.288.Además de su valor ceremonial, el sector de la Piedra Retxikura ha sido utilizado tradicionalmente por las familias de Villarrica durante décadas. Este lugar es conocido por la recolección de frutos silvestres, semillas, hongos y plantas medicinales. También se utiliza como un área de esparcimiento para practicar deportes y llevar a cabo reuniones sociales y actividades de educación medioambiental. La conexión entre las piedras y las prácticas culturales contemporáneas resalta su importancia en la identidad mapuche y su resistencia ante el paso del tiempo.
0.4
Ambiental
La Piedra Retxikura se encuentra en un entorno ecológicamente significativo, donde destaca la presencia del estero Limawe y otros cauces de agua, así como zonas de humedal que actúan como hábitat para diversas comunidades biológicas. Este sector, considerado un pulmón verde, alberga remanentes de bosque nativo que regulan el clima y funcionan como reservorios de material genético. Los principales ecosistemas del área incluyen bosques centenarios, renovales nativos y mixtos, así como bosques de canelos y quilas. Los humedales presentes, como el estero Limawe y el Menoko, son vitales para la conservación del agua, mitigando escorrentías y manteniendo el régimen hidrológico. A través de un estudio de dendrocronología que incluyó seis puntos de muestreo y un enfoque participativo, se han analizado especies como el laurel, boldo, tiaca, roble y coihue. Estos ecosistemas no solo proporcionan servicios ecosistémicos esenciales, sino que también son fundamentales para la educación ambiental y cultural, al ofrecer oportunidades para la recolección sostenible de frutos silvestres, hongos y plantas medicinales, así como espacios para actividades recreativas y deportivas. Sin embargo, su integridad se ve amenazada por el desarrollo urbano, lo que resalta la necesidad urgente de proteger estos valiosos recursos naturales.
0.5
Urbana
El crecimiento urbano (CU) de Villarrica entre 1985 y 2023 ha sido significativo, con una expansión sostenida hacia la periferia sureste, aumentando de 2,500 hectáreas en 1985 a 6,400 hectáreas en 2023. Este crecimiento ha dado lugar al surgimiento de nuevos núcleos urbanos y una mayor presencia de proyectos inmobiliarios, aunque el plan regulador comunal (PRC) se encuentra desactualizado, lo que dificulta una planificación adecuada. La conurbación entre Villarrica y Pucón se ha intensificado, generando inequidades en el acceso a espacios naturales, especialmente para las comunidades más vulnerables ubicadas en la periferia. La falta de integración del sistema hídrico ha llevado a inundaciones en viviendas, exacerbadas por la impermeabilización del suelo y la escasa cobertura en desarrollo urbano. El PRC proyecta nuevos ejes viales que no consideran adecuadamente los elementos naturales del entorno, lo que podría aumentar la vulnerabilidad ante inundaciones pluviales. Además, la falta de articulación entre las proyecciones viales y los ecosistemas existentes ha fragmentado los conjuntos habitacionales, no respondiendo a las necesidades de la población. En este contexto, el nuevo hospital y otros proyectos de equipamiento urbano en el sector Retxikura están impulsando una mayor densificación urbana; sin embargo, se requiere una actualización urgente del PRC y una nueva zonificación para las áreas periurbanas que contemple tanto el desarrollo urbano como la protección del paisaje y los recursos naturales.
0.6
Jurídico Administrativo
El desarrollo urbano en Villarrica involucra numerosos predios, destacando el predio 180, actualmente en proceso de subdivisión, que incluye una amplia faja vinculada al trazado de la nueva Avenida y parte del sector declarado Monumento Nacional de la Piedra Retxikura. Según el Plano Regulador Comunal de Villarrica de 1992, vigente en la actualidad, esta área está clasificada como ZR-2, designada para la Protección de Vertientes y Cursos Naturales de Agua. En esta zona, se prohíbe cualquier construcción y se establece la obligación de proteger los elementos naturales presentes. La clasificación ZR-2 incluye áreas verdes y forestación, mientras que cualquier uso no especificado como permitido queda restringido. Esta normativa resalta la importancia de preservar los recursos naturales en un contexto donde el crecimiento urbano plantea desafíos significativos. La falta de actualización del PRC y su aplicación rigurosa son esenciales para garantizar que el desarrollo urbano no comprometa la integridad ambiental y cultural del área, especialmente considerando los impactos potenciales sobre los ecosistemas y las comunidades vulnerables que dependen de estos espacios naturales.
